Platos gigantes en Golfo di Napoli

  Durante un tiempo el nombre de este restaurant apareció en mi vida y no desaparecía; todo el mundo iba a comer ahí o había ido alguna vez, y lógicamente, todo el mundo me

hablaba de lo enorme que eran los platos. Así que con el novio decidimos ir a almorzar un día ahí y comprobar nosotros mismos que tan grandes eran los platos realmente.

  Fuimos un día de semana y en hora de almuerzo, como a las dos y algo de la tarde... Lleno estaba, obvio. Tuvimos que esperar un ratito por una mesa (¡había más gente esperando mesa antes!), pero más rápido de lo que imaginé nos dieron una mesa. El lugar es bien grande, pero no muy lindo.

   Nos entregaron las cartas y nos trajeron pancito. Gente, no coman ese pan, cuando llegue la comida se arrepentirán... yo me arrepentí. Ambos pedimos ñoquis, porque somos ñoquis lovers. Yo pedí con salsa de tomate y el novio pidió con pesto. Para beber pedimos jugo del día, que resultó ser una mezcla de todas las frutas del mundo sin color definido, pero con buen sabor. Los platos no demoran mucho en llegar, pero si lo suficiente como para que yo me tentara a comer pan. 

  Pasado un par de minutos... ¡PA! un plato tamaño familiar llega a mí y otro para el novio. Una mezcla no muy atractiva de salsa de tomate con ñoquis y queso (sí, salsa de tomate con ñoquis. Ñoquis nadando en salsa de tomate) fue lo que me dispuse a comer. Al principio me molesté porque en la carta dicen que el queso se cobra aparte, ya que el plato viene con un poco, luego se me olvidó porque en realidad el plato trae suficiente queso (y eso lo dice una persona que adora las pastas con mucho mucho queso). 

  Comía, comía y comía y el plato parecía que nunca se iba a acabar jaja. Terminé por rendirme y aceptar lo evidente: yo jamás podría comerme un plato completo del Golfo di Napoli. Lo que me sorprendió es que el novio tampoco se terminó su plato, ¡y eso si que es raro! (jijiji). Nos ofrecieron ponernos lo sobrante en platos para llevar y obviamente aceptamos. Así fue como la mitad de mi plato terminó siendo el almuerzo del otro día de mi mamá, ¡Porque yo no quería ver ñoquis en un mes! En todo caso, conozco el curiosesco caso de una persona que dice haberse comido un plato y medio, pero ver para creer. 

  Nos ofrecieron postre, pero yo no quería volver a comer nunca más en la vida, de todas formas vi una pareja que pidió flan y eran pequeños y parecían de esos envasados que venden en los supermercados (pero no creo que fueran de esos).

  

   A mí, en lo personal y subjetivo de mi paladar, no me gustó taaanto la comida. Los ñoquis estaban bien, no deliciosos, pero bien. La salsa estaba rica, aunque un poco salada. De todas formas volvería a ir, pero a compartir un plato, ya que creo que con uno solo fácilmente comen dos personas. 

Aída, con cara excesivamente
 traumada para ser real,
se enfrenta a su plato de ñoquis

Dónde: Dublé Almeyda 2435. Muy cerquita de Irarrázabal con Pedro de Valdivia. El metro Irarrázabal está cerca, pero nunca tanto como para ir caminando, mejor tomar alguna micro que suba y bajarse en Pedro de Valdivia. Hay que caminar una cuadra (o dos) y se llega, bien fácil.

Precio: Los platos están entre $5000 y $6000, pero yo recomiendo pedir uno para dos, y si queda con hambre, pedir otro. Ahora, si se es lo suficientemente osado/a, o tiene mucha hambre, dele no más con un plato solito para usted. Tienen carta con varias cosas, pero lo principal son las pastas, obviamente, y tienen muuuuchos tipos de pastas y salsas, ¡ah! y también pizzas, yo éstas últimas no las he probado, pero vi pasar algunas y no me tincaron realmente, pero mi cuñada las ha probado y le parecieron bien.