lunes, 2 de noviembre de 2015

¡Día de comilones! + Receta de empanadas

  Cuando el Andrés (un Andrés diferente al de la entrada de pizza Roma) me preguntó si me gustaba cocinar, supe que tramaba algo... ¡Una mini junta cocinera! La idea era cocinar, comer rico y pasarlo bien. 

  Yo siempre me estreso mucho, pero es que MUCHO, cuando hay que preparar algo de comer y llevarlo a una junta. Todas las ideas que siempre rondan mi cabeza y que digo "algún día prepararé esto"... Desaparecen mágicamente. Y ahí me quedo, por horas buscando en Pinterest mi inspiración pérdida.

  La idea llegó a mí en forma de empanaditas. Como jamás había hecho empanadas, me sugirieron comprar la masa ya hecha, lista para rellenar... Peeero, es muy cara y me pareció poco conveniente, porque 12 masitas tamaño cóctel costaban alrededor de $1500, ¡casi en doble de lo que cuesta un kilo de harina!. Así que, decidida a ahorrar, había que meter las manos a la masa.

  Para el relleno yo quería hacer un rico pino de soya, pero en el supermercado no quedaba (i hate you, Lider express), así que a improvisar. Compramos un trozo de queso y una bandeja grandota de champiñones y partimos a cocinar.
  (En realidad ese día llegamos con sueño, así que cocinamos al otro día, temprano y apurados jaja)


EMPANADAS ( aproximadamente 35 empanadas tamaño cóctel)

Para la masa usamos, dos puntos

~ Un kilo de harina sin polvos de hornear.
~ Cinco cucharadas grandes y generosas de mantequilla.
~ Dos cucharadas de sal.
~ Una taza de agua a temperatura natural (de la llave)


  Primero ponemos la harina en un bol, le agregamos la sal y revolvemos súper bien. Agregamos la mantequilla (si está muy dura hay que ponerla al microondas 2 o 3 segundos, lo juro que solo eso, si la ponen más, aténganse a las consecuencias), y por último, se pone cuidadosamente el agua, no toda, de a poquitos, viendo que la masa quede de consistencia perfecta y no aguada y fea. ¡Ahora! a amasar a amasar que el mundo se va a acabar. Hay que hacerlo con fuerza, mucha fuerza, por eso yo no la amasé y le pedí ayuda a mi suegro. Mi masa partió siendo un desastre completamente desastroso, porque nada se unía, es que soy una débil para amasar. Luego de amasarla perfectamente, hay que dejarla lista para rellenar. Yo usé una de esas maquinitas hermosas para hacer pastas, así la masa queda toda del mismo grosor, que debe ser delgado, pero nunca como para que se rompa. Si no tiene la máquina ésta, pues al uslero. Cortamos la masa con un plato redondo, para que quedaran del mismo tamaño. Y ahora, a rellenar. 

RELLENO

ingredientes, dos puntos

~ Champiñones, muchos muchos champiñones. Yo usé una bandeja grande, equivalente a dos bandejas de las normales que venden en el supermercado, pero sentí que faltaron, así que con tres bandejas peques, estaría bien.
~ Dos cebollas, o una gigante, o tres pequeñas... no sé, hay que ir viendo.
~ Queso.
~ Aceite, yo usé vegetal y de oliva.
~ ¡Los condimentos! Yo soy partidaria de que cada quien le ponga los condimentos que quiera a su comida. Yo usé merkén, pimienta en grandes cantidades y sal.

  
 Lo primero es la cebolla, que se demora un montón en freírse. La piqué en cuadritos (en realidad lo hizo mi novio), y se fue al sartén con un poquito de aceite vegetal y sal. Cuando está media transparente, está lista. De todas formas, lo mejor es ir probando. Los champiñones hay que cortarlos en láminas, ponerlos en el sartén con aceite de oliva y agregarles sal, merkén y pimienta a gusto. El queso se corta en un tamaño adecuado para que quepa en la empanada, y ¡A rellenar!

  Después del rellenar, hay que poner las ricas empanaditas al horno. Yo las dejé entre 20 a 25 minutos, pero si las ponen en un horno potente, deben ir revisando constantemente, porque en 15 minutos sus empanadas podrían pasar de ser un rico almuerzo a unos trozos de carbón. Cuando se pongan doradas es la señal de que están listas. 



Rellenar, rellenar, rellenar, hasta el infinito
Ñaaaaam
Aída Chascona, usando
la maravillosa máquina de
amasar
¡Listas para el horno!



  Ese día quedé sorprendida de tooodo lo que comimos. Andrés hizo una rica ensalada polaca (pronto subiré la receta), que sorprendentemente para mí, tenía repollo. El repollo no es una de mis verduras favoritas, pero esta ensalada me lo resignificó totalmente, ¡Repollo, bienvenido a mi vida! Por otra parte, Gabriel nos deleitó con un riquísimo omelette con champiñones y aceitunas, aunque yo comí sin aceitunas, odio las aceitunas y no las comería ni aunque me pagaran... bueno, si me pagaran sí las comería jaja. Y Camilo, alias Carlos, preparó unas ricas ricas verduritas al horno con mucho merkén. Era una GRAN fuente llena de papas, cebolla, berenjenas y zapallito italiano, tan grande era que estoy sorprendida que después de haber comido tanto antes, la fuente quedara vacía.

A moler
la sal
Las verduritas
no alcanzaron
a ser fotografiadas
La Polaca en
plena
preparación

¡Cocinamos, comimos rico, lo pasamos bien, y sobre todo, quedamos redondos y felices!

1 comentario:

  1. Es que era barrio italia, por eso no quedaba carne de soya, allá todos vegs.
    Al fin un poco de crédito para este joven hombre! La cebolla que quede transparente a los que no les gusta mucho, a mí me gusta que se sienta harto el sabor y ahí se sofríe un poco menos.
    Si tienen buen horno, menos de 10 minutos :( (y hay que precalentarlo)

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