A unas poquísimas cuadras del metro Manuel Montt, en una pequeña puerta que conduce a un pasillo, entramos al hermoso restaurant Pad Thai. El espacio es amplio y muy bonito, tiene decoraciones bien cuidadas, y pese a estar en una calle movida y ruidosa, dentro hay un ambiente bien relajado y apasible.
A penas entramos nos atendieron y pedimos una mesa en el jardín (con muchas flores, una pileta de agua preciosa, y muy silencioso... ¡No parecía que estábamos en pleno Manuel Montt a pasos de Providencia!). Esperamos unos pocos minutos jugando con un perro que había en el jardín, y nos dieron una mesa y las cartas.
¡Yo no tenía idea qué pedir! Finalmente me atreví con un Kaow Pad vegetariano, un arroz picante con muchas verduritas y tofu. Mi novio pidió Pad Woon Sean vegetariano, unos fideos de arroz también con verduras y tofu. Mi arroz decía que estaba salteado con huevo, pero hay varias opciones de la carta que se pueden pedir veganas, es cosa de preguntar. Cuando te toman la orden te preguntan qué nivel de picante quieres, yo pedí nivel dos, pero igual estaba muy fuerte jaja, en todo caso yo soy muy débil con el picante. Para beber mi novio pidió una limonada y yo un pisco sour thai, ¡con leche de coco! Estaba rico para probarlo, pero no sé si lo volvería a pedir... como me picaba tanto la comida quería algo refrescante y para tomar rápido, y el pisco sour no era lo que necesitaba.
Y, señoras y señores, su majestad el postre. Yo volvería una y mil veces por ese postre. Se llamaba passion thai (o algo así) y era un hermoso plato con helado de maní y un quequito bañado en chocolate amargo, relleno con salsa de frambuesa y maracuya. Al comienzo cuando lo vi creí que era demasiado y que me iba a hostigar rápido, pero para nada, no es tan dulce como aparenta.
Nos atendieron súper rápido, y la comida estaba MARAVILLOSA, a mí me encantó, pese a que casi no podía respirar de tanto que me picaba (reitero, yo resisto bien mal lo picante). El lugar era muy agradable, volvería siempre, pero... ¡Es muy caro! Para dos pobres estudiantes de filosofía, ir a comer allí es un lujo! Vale totalmente la pena, porque es muy rico todo, los platos están grandes y la estética, tanto de la comida como del restaurant, está muy bien pensada y llevada a cabo. El precio es realmente una traba para volver, al menos para mí, pobre estudiante de filosofía. Así que andaré en busca de algún lugar thai que sea tan rico, pero que no deje en la banca rota.
precios: Los platos rodean los $8.000 p/p. Para beber, $3.000 p/p aproximadamente.
página: www.padthai.cl
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| A la izquierda, Pad woon sean, a la derecha, Kaow pad |
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| postre <3 |
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| Limonada y pisco sour thai (con coco rallado) |
Es muy rico, y el picante nivel dos no es nada! Pero sí, es caro caro :(
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